¿Debe toda mujer usar sujetador, o es esta una creencia falsa?

La mayoría de mujeres viene usando sujetador desde que entró a la pubertad, y no puede imaginarse salir a la calle sin él. Otras tienen complejo con sus pechos y creen que el sujetador puede ayudarles a lucir un busto más voluminoso y proporcionado. Al mismo tiempo, muchas de ellas se quejan de molestias asociadas a un mal uso de la prenda. Todo ello hace que nos preguntemos si vale la pena ponerse el sujetador día sí día también, y qué pasaría si decidiéramos prescindir de él.

¿Cuál es la función del sujetador?

Aunque el sujetador sea una prenda de vestir que nos hace volar la imaginación a muchos, lo cierto es que fue diseñado con una única finalidad: la de proporcionar sujeción al pecho.

Esta prenda íntima es imprescindible para muchas mujeres de senos grandes, ya que el peso de éstos puede ocasionar problemas de espalda a la larga, especialmente si no cuidamos nuestra postura. 

Esto es debido a que los senos están formados principalmente de grasa, y existen maneras relativamente sencillas de calcular su peso. Por poner un ejemplo, unos pechos de la talla 100, copa D, pesan alrededor de un kilo y medio. 

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Aunque pueda parecernos poco, no lo es a largo plazo. Un estudio cuantificó los efectos en términos de fuerza que el peso del pecho ejerce sobre la columna vertebral, y encontró que éste era significativo y explicaba por qué las mujeres de senos grandes se quejan más a menudo de dolores de espalda

Sin embargo, el sujetador es de uso casi obligatorio si haces ejercicio de alta intensidad y tus senos son medianos-grandes.

Esto es debido a que durante el ejercicio (especialmente si consiste en dar saltos y/o correr) los senos van a moverse de forma brusca, lo que va a suponer una gran incomodidad para la mujer. Aun así, el sujetador puede resultar sumamente molesto e incluso perjudicial para nuestra salud si no hacemos un buen uso de él.

¿Usamos bien el sujetador?

Para empezar, hay que decir que la mayoría de las mujeres (hasta un 80% según algunos estudios) usa una talla incorrecta de sujetador. Esto en parte es debido a que no conocemos bien cómo funciona el sistema de tallas, que para más inri varía de un país a otro y entre marcas.

Algunas mujeres compran un sujetador sin probarlo antes y sin conocer su talla, por lo que lo más probable es que en ponérselo por primera vez se encuentren incómodas y decidan devolverlo, o bien meterlo al fondo de un cajón y no usarlo casi nunca. 

Según explica el estilista Kelly Dunmore en la revista Vogue, muchas mujeres tienen de 10 a 20 sujetadores, pero solo se acaban usando los dos o tres más cómodos.  

Otras decidirán usar un sujetador pensándose que es de su talla a pesar de no sentirse cómodas con él. En este caso, conocer las señales de que un sujetador no es de nuestra talla puede ser de gran utilidad.

La regla de oro para saber si un sujetador es de la talla correcta es que apenas lo notemos

¿Cómo averiguo si un sujetador me va bien?

Para empezar, la regla de oro para saber si un sujetador es de la talla correcta es que apenas lo notemos al llevarlo puesto, explica en Vogue la vicepresidenta de merchandising y diseño de Wacoal Miryha Fantegrossi

Si, por el contrario, los tirantes se resbalan del hombro, las bandas nos dejan marca, los pechos se “escapan” de las copas o éstas quedan muy holgadas, deberíamos ajustar el sujetador o buscar otra talla.

Podemos fácilmente calcular nuestra talla en casa con una cinta métrica. Si, por ejemplo escogemos el tallaje español/francés y miramos esta tabla, veremos que hay que tomar dos medidas: la del contorno del tórax (justo por debajo del pecho) y la del contorno del busto (por encima del pecho).

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Beneficios de ir sin sujetador

Si bien el sujetador puede aportarnos beneficios en determinadas situaciones, también es cierto que muchas mujeres podrían prescindir completamente de él. Incluso si tus senos son grandes, puedes dejar de llevarlos si te sientes más cómoda sin.

Usar prendas demasiado ajustadas que no dejen transpirar la piel puede potenciar el riesgo a padecer infecciones. Este problema puede agravarse si tus pechos son grandes y sudas con facilidad. De hecho, las infecciones por hongos en esta parte íntima del cuerpo son relativamente comunes.

Si la banda nos aprieta demasiado en la zona del tórax, puede que nos cueste más trabajo respirar. Al mismo tiempo, las prendas muy ceñidas pueden interrumpir la circulación de la linfa, un líquido que elimina las toxinas de la sangre.  

También hay que decir que, al contrario de lo que normalmente piensan muchas mujeres, no hay indicios de que el sujetador ayude a prevenir la caída del pecho. De hecho, llevar sujetador siempre puede enflaquecer los músculos del pectoral y hacer que los pechos pierdan firmeza.

Es importante recalcar que durante el día el sujetador va acumulando células muertas de la piel, óleos y sudor, por lo que es recomendable cambiarlo y no usarlo al ir a dormir para dejar que la piel transpire y se recupere.

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¿Y si estoy más cómoda con él?

No hay ninguna norma que obligue a llevar sujetador, aunque la mayoría de mujeres prefiere cubrir sus pechos para evitar situaciones embarazosas. Para muchas, que los pezones se marquen por debajo de la blusa, o que el contorno de los pechos sea evidente es motivo suficiente para ponerse el sujetador y sufrir incomodidades (tal y como hemos dicho, la mayoría de mujeres usa una talla incorrecta).

Dejando de lado la vergüenza, otras mujeres pueden escoger llevar esta prenda íntima simplemente porque les gusta un determinado modelo o quieran dar forma y/o volumen a sus pechos. 

La decisión de llevar o no sujetador es algo personal y puede variar según las circunstancias. A fin de cuentas, lo importante es que la mujer se sienta no sólo cómoda sino también sexy y atrevida si así lo prefiere.

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