A muy pocos nos gusta envejecer. Los primeros señales de envejecimiento, como son las arrugas, las canas y las manchas en la piel, nos hacen buscar tratamientos para enmascararlas o librarnos completamente de ellas. Un tipo de ejercicio que está de moda para prevenir y eliminar las arrugas de la cara es el yoga facial. ¿Está su eficacia comprobada, o se trata más bien de un mito?
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¿El ejercicio ayuda a prevenir el envejecimiento?
El proceso de envejecimiento está principalmente causado por errores a la hora copiar la secuencia de DNA de la célula madre a las hijas. Las células que llevan fallos en su DNA suelen perder su función. En los peores casos, los errores provocan que las células se dividan sin control, formando tumores.
Si bien el envejecimiento afecta a todos los órganos y tejidos del cuerpo, no lo hace al mismo tiempo ni al mismo ritmo. Esto significa que ciertos tejidos, como el muscular, podrían ser más maleables que otros, lo que se traduce en que podemos tomar un papel activo para enlentecer su deterioro.
En esta línea, un estudio encontró que la masa muscular de atletas de 70 años que habían practicado deporte durante la mayor parte de su vida era similar a la de una persona sana de 40 años y difería significativamente de la de adultos mayores que llevaban un estilo de vida sedentario.
El colágeno es la proteína que dar firmeza y volumen a la piel, y es producida por unas células llamadas fibroblastos. A partir de los 30 años, el metabolismo de los fibroblastos se torna más lento y hay menor producción de colágeno, lo que supone que nuestra piel empiece a perder firmeza y elasticidad.
Existen ejercicios para la musculatura facial
Cuando pensamos en el gimnasio, a muchos nos viene a la cabeza la prensa, las sentadillas o las flexiones. Sin embargo, no debemos olvidar que los músculos cubren casi la totalidad de nuestro cuerpo, incluyendo el rostro.
Precisamente, los músculos de la cara son los principales encargados de permitirnos funciones tan importantes como masticar, soplar o sonreír. Sin embargo, hasta hace poco no era muy habitual entrenarlos.
En los últimos años se ha puesto de moda el yoga facial, un seguido de ejercicios pensados para fortalecer los 57 músculos que conforman las diferentes partes del rostro, incluyendo la frente, los labios, las sienes, las mejillas, el mentón, la nariz y las orejas, entre otras.
La mayoría de estos ejercicios son relativamente fáciles de llevar a término, pues sólo necesitas aguantar la postura indicada durante 20 segundos. Se recomienda hacer una sesión de 15-20 minutos al día y repetir cada ejercicio un par o tres de veces. Para notar resultados, hay que ser constante durante al menos medio año.
Mirando las imágenes uno podría pensar que los ejercicios no son diferentes a poner cara de sorpresa, soplar, reírse o sacar la lengua, y seguramente estará en lo cierto. Tal y como hemos dicho, hacemos uso de la musculatura facial constantemente y sin darnos cuenta.
¿El yoga facial rejuvenece la piel?
Como cualquier otro ejercicio de tonificación, el yoga facial ayudaría a fortalecer los músculos de la cara. En concreto, estos ejercicios mejorarían la circulación de la sangre en la musculatura facial, facilitando el aporte de nutrientes y oxígeno a las células de la piel, lo que a su vez potenciaría la creación de colágeno y elastina.
Hasta ahora, la efectividad del yoga facial no ha sido demostrada, y hay expertos en dermatología que cuestionan su supuesta utilidad a la hora de dejarnos la piel tonificada, suave y elástica.
El Dr. Jeffrey Spiegel, experto en cirugía facial de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, explica en su web que los beneficios de este tipo de ejercicios no son solo un mito, sino que incluso podrían fomentar la aparición de arrugas.
Pero no hay que tirar la toalla aun. Un pequeño estudio dirigido por el Dr. Murad Alam y publicado en la revista JAMA Dermatology parece indicar que los ejercicios de yoga facial tienen un rol positivo a la hora de mantener la plenitud de las mejillas.
Diplomada en nutrición humana y dietética, y máster en periodismo científico. Con más de diez años de experiencia en el fitness, trabaja como entrenadora personal y dietista. La divulgación de hábitos saludables es su mayor objetivo desde que se dedica a la comunicación. Suele escribir sobre deporte, nutrición, vida sana y antienvejecimiento.